De repente, un día, miras la cuna y te das cuenta de que a tu bebé le queda pequeña. O, peor aún, ¡le pillas en pleno intento de escalada cual experto alpinista! Es la señal inequívoca: ha llegado el momento de pensar en la transición a la «cama de mayores». Pero, ¿cuándo es el momento exacto? ¿Y cómo lo hacemos para que no se convierta en una batalla campal cada noche? ¡Que no cunda el pánico! Te contamos todo lo que necesitas saber.