«Papi, no te sientes ahí, que está sentado Pipo». Si has oído una frase parecida, bienvenido al fascinante mundo de los amigos imaginarios. Lejos de ser un motivo de preocupación, estos compañeros invisibles son, en la mayoría de los casos, una maravillosa señal del desarrollo cognitivo y emocional de tu hijo. En este artículo, despejamos todas tus dudas.
