La lactancia materna se presenta a menudo como una imagen idílica: una madre y su bebé, conectados en un momento de paz y nutrición. Y aunque puede ser exactamente así, también es una realidad que el camino no siempre es fácil.
Si estás aquí, es probable que te hayas encontrado con algún bache. Quizás sientas dolor, te preocupe si tu bebé come lo suficiente o simplemente estés agotada. Respira hondo. Lo que sientes es normal y tiene solución.
Vamos a desmitificar la lactancia y a darte herramientas para superar los desafíos más comunes.
Los obstáculos más frecuentes y cómo superarlos
La mayoría de las madres experimentan alguna dificultad al principio. Conocerlas es el primer paso para poder afrontarlas sin sentir que estás haciendo algo mal. Porque no, no lo estás haciendo mal.
El dolor y las temidas grietas
Amamantar no debería doler. Si sientes dolor, suele ser una señal de que el agarre del bebé no es el correcto.
- Revisa el agarre: La boca del bebé debe estar bien abierta (como un bostezo) y abarcar gran parte de la areola, no solo el pezón. Sus labios deben estar evertidos, como una «boca de pez».
- Prueba diferentes posturas: A veces, un simple cambio de posición (acunado, rugby, acostada de lado) puede mejorar el agarre y aliviar la presión.
- Cuida tus pechos: Usa tu propia leche para hidratar los pezones después de cada toma y déjalos secar al aire.
El dolor persistente no es algo que debas «aguantar». Un asesor o asesora de lactancia puede ser tu mejor aliado para corregir el agarre y encontrar alivio.
La eterna duda: ¿tengo suficiente leche?
Esta es, sin duda, una de las mayores fuentes de ansiedad. «Mi bebé llora mucho», «mis pechos ya no se sienten tan llenos»… son pensamientos que nos hacen dudar.
La realidad es que la producción de leche funciona por un sistema de oferta y demanda. Cuanto más mama tu bebé, más leche produces. Las señales fiables de que tu bebé está bien alimentado son:
- Moja entre 5 y 6 pañales al día.
- Hace varias deposiciones (al principio).
- Aumenta de peso de forma constante.
- Se le ve activo y con buen aspecto cuando está despierto.
Confía en tu cuerpo y en tu bebé. Ellos son el equipo perfecto.
Tu nutrición es clave: cuídate para cuidar
Durante la lactancia, tus necesidades nutricionales aumentan. Estás produciendo el alimento perfecto para tu bebé, y eso requiere energía y nutrientes extra.
Asegúrate de llevar una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables. Y no te olvides de beber mucha agua. Tu bienestar es fundamental para que la lactancia fluya.
El papel de un suplemento como Natalben Lactancia
A veces, el ritmo frenético del postparto hace difícil llevar una alimentación perfecta. Aquí es donde los complementos alimenticios específicos pueden ser de gran ayuda. Un suplemento como Natalben Lactancia está diseñado para cubrir las necesidades nutricionales de la madre durante este periodo.
Aporta vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega-3 (DHA) que son importantes tanto para tu recuperación como para enriquecer la leche materna. Consultar con tu médico o matrona sobre la conveniencia de tomar Natalben Lactancia puede darte la tranquilidad de que no te falta nada importante.
Mitos y verdades que debes conocer
Hay mucha información contradictoria sobre la lactancia. Aclarar algunos puntos te dará seguridad y confianza.
¿Y si mi bebé es intolerante? La leche materna tiene lactosa
Este es un tema que genera muchas dudas. Empecemos por el principio: sí, la leche materna tiene lactosa. De hecho, la lactosa es el principal carbohidrato de la leche y es fundamental para el desarrollo del cerebro del bebé y para la absorción de calcio.
La verdadera intolerancia a la lactosa en bebés lactantes es extremadamente rara. Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED), la mayoría de los casos de malestar digestivo se deben a otras causas. A veces, se confunde con la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), que puede llegar al bebé a través de la dieta de la madre.
Que la leche materna tiene lactosa es un hecho biológico y beneficioso. Si tu bebé muestra signos de malestar digestivo severo, como llanto inconsolable, diarrea con sangre o poco aumento de peso, consulta siempre con tu pediatra antes de hacer cualquier cambio.
No estás sola: busca tu tribu
La lactancia puede ser un camino solitario si te aíslas. Pero no tienes por qué recorrerlo sola.
- Apóyate en tu pareja, familia y amigos. Explícales cómo pueden ayudarte, aunque solo sea trayéndote un vaso de agua o haciéndose cargo del bebé un rato para que puedas ducharte tranquila.
- Busca grupos de apoyo a la lactancia. Compartir experiencias con otras madres que están pasando por lo mismo es increíblemente reconfortante.
- No dudes en contactar a profesionales: matronas, asesoras de lactancia o pediatras pro-lactancia son recursos valiosísimos.
La lactancia es un viaje con altibajos. Habrá días maravillosos y otros agotadores. Sé amable contigo misma, celebra los pequeños logros y recuerda que cada gota cuenta.
Q: ¿Cuál es la causa más común del dolor al amamantar y cómo se puede solucionar?
A: La causa más común del dolor es un agarre incorrecto del bebé. Para solucionarlo, se debe asegurar que la boca del bebé esté bien abierta abarcando gran parte de la areola, probar diferentes posturas de lactancia y, en caso de dolor persistente, consultar a un asesor o asesora de lactancia.
Q: ¿Cuáles son las señales fiables para saber si mi bebé está comiendo lo suficiente?
A: Las señales fiables de que un bebé está bien alimentado son: mojar entre 5 y 6 pañales al día, tener varias deposiciones, aumentar de peso de forma constante y mostrarse activo y con buen aspecto cuando está despierto.
Q: ¿Es malo que la leche materna contenga lactosa si mi bebé tiene malestar digestivo?
A: No, que la leche materna contenga lactosa es biológicamente normal y beneficioso para el desarrollo del bebé. La verdadera intolerancia a la lactosa en lactantes es extremadamente rara; el malestar digestivo suele deberse a otras causas, como la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) que pasa a través de la dieta de la madre. Se debe consultar al pediatra ante cualquier duda.
Q: ¿Por qué es importante la nutrición de la madre durante la lactancia y qué papel juegan los suplementos?
A: La nutrición de la madre es clave porque sus necesidades nutricionales aumentan para producir leche. Una dieta equilibrada es fundamental para su bienestar. Cuando la dieta no es suficiente, suplementos como Natalben Lactancia pueden ayudar a cubrir las necesidades de vitaminas, minerales y ácidos grasos Omega-3 (DHA).
Q: ¿Qué recursos de apoyo existen si me siento sola o abrumada con la lactancia?
A: Es importante no aislarse y buscar apoyo en la pareja, familia y amigos. También se pueden buscar grupos de apoyo a la lactancia para compartir experiencias con otras madres y contactar a profesionales como matronas, asesoras de lactancia o pediatras pro-lactancia.
Deja una respuesta