Sexo del bebé: ¿Cuándo se sabe y qué métodos son más fiables?

Sexo del bebé: ¿Cuándo se sabe y qué métodos son más fiables?

Una de las primeras y más emocionantes preguntas que surgen con la noticia de un embarazo es: «¿será niño o niña?». La curiosidad nos invade y empezamos a imaginar ropita, nombres y un futuro teñido de azul o de rosa (o de cualquier color, ¡claro!). Pero, más allá de la ilusión, la pregunta clave es: ¿cuándo se sabe el sexo del bebé de forma fiable?

Si estás en esa dulce espera, con la impaciencia a flor de piel, sigue leyendo. Vamos a desgranar los métodos científicos que existen, su fiabilidad y el momento ideal para cada uno.

La gran pregunta: ¿cuándo se sabe el sexo del bebé?

La respuesta corta es: depende del método que elijas. No hay una única fecha en el calendario del embarazo. El momento en el que podrás tener una respuesta fiable varía desde la semana 10 de gestación hasta bien entrado el segundo trimestre.

Lo que sí es seguro es que los métodos científicos son los únicos que te darán una respuesta certera. Dejemos los mitos de la forma de la barriga o los antojos para las reuniones familiares y centrémonos en lo que dice la ciencia.

Métodos fiables para conocer el sexo del bebé

Existen principalmente tres vías médicas para descubrir el sexo del bebé durante el embarazo. Cada una tiene sus propios tiempos y características.

La ecografía: el método más conocido

La ecografía es, sin duda, el método más popular y el que la mayoría de padres y madres esperan con más ganas. Consiste en una prueba de imagen que, a través de ultrasonidos, nos permite ver al futuro bebé dentro del útero.

  • ¿Cuándo se sabe? La ecografía más importante para este fin es la que se realiza alrededor de la semana 20, la llamada ecografía morfológica. En este momento, los órganos sexuales del bebé ya están bien formados y, si la postura del pequeño lo permite, el ginecólogo podrá identificarlos con bastante seguridad. A veces, en la ecografía del primer trimestre (semana 12), algunos profesionales se aventuran a hacer una predicción basándose en el «tubérculo genital», pero su fiabilidad es mucho menor.
  • Fiabilidad: En la semana 20, la fiabilidad es alta, superando el 95 %. Sin embargo, no es infalible. ¿Qué puede fallar? Que el bebé esté en una mala postura, que tenga las piernas cruzadas o que el cordón umbilical se interponga en la visión. ¡A veces les gusta mantener el misterio!

Test Prenatal No Invasivo (TPNI): ciencia y precisión

Este es uno de los avances más importantes de los últimos años en el diagnóstico prenatal. El Test Prenatal No Invasivo (TPNI) es una simple prueba de sangre que se le realiza a la madre.

  • ¿Cuándo se sabe? Se puede realizar a partir de la semana 10 de embarazo. Es, por tanto, la forma más temprana de conocer el sexo del bebe.
  • Fiabilidad: ¡Altísima! Para la determinación del sexo, la fiabilidad es superior al 99 %.
  • ¿Cómo funciona? El test analiza pequeños fragmentos de ADN del feto que circulan por la sangre de la madre. Al estudiar estos fragmentos, no solo se puede identificar el sexo (buscando la presencia del cromosoma Y), sino que su objetivo principal es detectar el riesgo de posibles anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down. Conocer el sexo es, en realidad, una información secundaria que se obtiene con la prueba. Puedes encontrar más información sobre cómo funciona en fuentes de confianza como MedlinePlus.

Pruebas invasivas: amniocentesis y biopsia corial

Estas pruebas son métodos de diagnóstico prenatal que se realizan únicamente cuando existe una indicación médica clara, como un riesgo elevado de enfermedad genética o un resultado anómalo en el TPNI.

  • ¿Cuándo se sabe? La biopsia de vellosidades coriales se realiza entre las semanas 11 y 14, mientras que la amniocentesis se hace a partir de la semana 15.
  • Fiabilidad: Es del 100 % o casi, ya que analizan directamente el material genético del bebé.
  • Importante: Hay que insistir en que estas pruebas NO se realizan por el mero hecho de saber el sexo del bebé. Conllevan un pequeño riesgo de pérdida del embarazo, por lo que solo se practican por prescripción médica para confirmar o descartar problemas de salud graves.

¿Y los métodos caseros o «mitos de la abuela»?

Seguro que has oído hablar de ellos: la forma de la tripa (si es redonda, niña; si es picuda, niño), las náuseas matutinas, el truco del anillo… Son divertidos para comentar y pasar el rato, pero su base científica es nula.

La fiabilidad de todos estos métodos caseros es exactamente del 50 %. Es decir, la misma que si lanzas una moneda al aire. Así que, tómatelos como lo que son: una tradición entretenida sin ninguna validez.

La dulce espera, con o sin spoiler

Saber si esperas un niño o una niña es un momento muy especial del embarazo. A algunas familias les ayuda a conectar más con el bebé, a elegir el nombre o a preparar la habitación. Otras prefieren mantener la sorpresa hasta el día del parto.

Sea cual sea tu elección, lo importante es disfrutar del camino. Ya sea que te enteres en la semana 10 con un TPNI, esperes con ilusión la ecografía de la semana 20 o decidas vivir la emoción del «¡es un…» en la sala de partos, lo fundamental es que el bebé llegue sano. El sexo del bebe es solo un pequeño detalle en la increíble aventura que es la maternidad y la paternidad.

Preguntas Frecuentes

Q: ¿Cuál es el método más rápido para saber si es niño o niña?

A: El método más temprano es el Test Prenatal No Invasivo (TPNI). Es una prueba de sangre que se puede realizar a la madre a partir de la semana 10 de embarazo y ofrece una fiabilidad superior al 99% para conocer el sexo.

Q: ¿La ecografía de la semana 20 es totalmente segura para determinar el sexo?

A: No es infalible, aunque su fiabilidad supera el 95%. El error puede ocurrir si el bebé se encuentra en una mala posición, con las piernas cruzadas o si el cordón umbilical dificulta la visión de los genitales.

Q: Si las pruebas invasivas como la amniocentesis son 100% fiables, ¿puedo pedir una solo para saber el sexo?

A: No. Estas pruebas no se realizan con el fin de conocer el sexo. Solo se practican bajo prescripción médica cuando existe un riesgo elevado de anomalías genéticas, ya que conllevan un pequeño riesgo de pérdida del embarazo.

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