Mi bebé se despierta cada hora: ¿Crisis de lactancia o brote de crecimiento?

Mi bebé se despierta cada hora: ¿Crisis de lactancia o brote de crecimiento?

Mi bebé se despierta cada hora: ¿Crisis de lactancia o brote de crecimiento?

Las noches en vela. El reloj marcando las 2, las 3, las 4 de la mañana. Tu bebé, que parecía haber cogido un ritmo de sueño más o menos decente, de repente se despierta cada hora pidiendo pecho. Estás agotada, confundida y probablemente te estés preguntando: «¿Qué estoy haciendo mal?».

La respuesta corta es: nada. Lo más probable es que estéis atravesando una etapa completamente normal y necesaria para el desarrollo de tu pequeño: un brote de crecimiento o una crisis de lactancia.

Sabemos que el agotamiento puede hacer que todo parezca una montaña. Pero respira hondo. En este artículo, vamos a desglosar qué es cada cosa, cómo diferenciarlas y, lo más importante, cómo podéis superarlo juntos.

¿Qué es exactamente un brote de crecimiento?

Imagina que tu bebé tiene que duplicar su peso en pocos meses. ¡Es una hazaña increíble! Para lograrlo, necesita combustible. Mucho combustible. Un brote de crecimiento es precisamente eso: un período corto e intenso en el que tu bebé crece a un ritmo acelerado.

Durante estos picos de crecimiento, su demanda de leche materna aumenta drásticamente. Su cuerpo le pide más calorías y nutrientes para desarrollar sus huesos, músculos y cerebro.

Señales de un brote de crecimiento:

  • Hambre insaciable: Tu bebé quiere mamar constantemente, día y noche. Las tomas se vuelven mucho más frecuentes.
  • Come con ganas: A diferencia de otros momentos, durante un brote de crecimiento, el bebé suele cogerse al pecho y comer de forma eficiente y tranquila. Simplemente, quiere más.
  • Más sueño (o menos): Algunos bebés duermen más para conservar energía para el crecimiento. Otros, en cambio, se despiertan más a menudo por el hambre.
  • Irritabilidad general: Estar en pleno estirón es un trabajo agotador. Es normal que tu bebé esté más mimoso o un poco más quejica de lo habitual.

Estos brotes suelen durar entre 2 y 7 días y son muy comunes alrededor de los 10 días, las 2-3 semanas, las 6 semanas y los 3, 6 y 9 meses.

Entendiendo las crisis de lactancia (también llamadas crisis de crecimiento)

Aquí es donde la cosa se puede complicar un poco, porque en España a menudo se usa el término «crisis de crecimiento» para hablar de las crisis de lactancia. Aunque están relacionadas con el desarrollo del bebé, su naturaleza es un poco diferente.

Una crisis de lactancia es un desajuste temporal entre la producción de leche de la madre y las nuevas necesidades o percepciones del bebé. No es que no tengas leche, sino que tu bebé está «haciendo un pedido» para aumentar la producción o se está adaptando a un cambio en su desarrollo.

Durante una crisis, el comportamiento del bebé en el pecho es la clave.

Señales de una crisis de lactancia:

  • Peleas con el pecho: Tu bebé parece enfadado mientras mama. Se arquea, tira del pezón, llora, lo suelta y lo vuelve a coger con desesperación.
  • Tomas caóticas y cortas: Puede que mame solo un par de minutos y luego se retire frustrado.
  • Demanda constante: Al igual que en los brotes de crecimiento, quiere pecho a todas horas, especialmente por la noche, cuando los niveles de prolactina (la hormona productora de leche) son más altos.
  • Rechazo aparente: A veces, puede parecer que rechaza el pecho que hasta hace poco era su lugar seguro.

Las crisis de lactancia más comunes

Aunque cada bebé es un mundo, hay algunas crisis muy bien documentadas. La más famosa es, sin duda, la de los 3 meses.

  • La crisis de los 3 meses: Esta es la más intensa y desconcertante para muchas madres. ¿Qué ocurre?
    1. Tu producción de leche cambia: Pasa de ser un sistema «automático» regulado por hormonas a un sistema de «oferta y demanda». La leche ya no fluye tan fácilmente al principio de la toma; el bebé tiene que succionar unos minutos para provocar el reflejo de eyección.
    2. Tu bebé es un experto: Ya no es un recién nacido. Mama mucho más rápido y vacía el pecho en pocos minutos.
    3. El mundo es fascinante: Su visión ha mejorado, oye mejor y todo le distrae. Prefiere hacer tomas cortas y rápidas para no perderse nada de lo que pasa a su alrededor.

La combinación de estos factores lleva a la frustración. El bebé se enfada porque la leche no sale «ya» y porque prefiere cotillear a estar mucho rato en el pecho. Para compensar, pide mamar mucho más por la noche, cuando el ambiente es tranquilo y aburrido. Para más información sobre las distintas etapas de la lactancia, puedes consultar fuentes de confianza como el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.

La gran pregunta: ¿Cómo los diferencio?

Aunque comparten síntomas como el aumento de la demanda, la clave está en observar el comportamiento de tu bebé mientras mama.

| Característica | Brote de Crecimiento | Crisis de Lactancia |
| :— | :— | :— |
| Comportamiento en el pecho | El bebé come con ganas, de forma tranquila y eficiente. Simplemente, pide más a menudo. | El bebé está irritable y nervioso en el pecho. Se pelea, llora, tira del pezón. |
| Foco principal | El bebé necesita más cantidad de alimento para crecer. | El bebé está ajustando la forma de producción de leche o adaptándose a un cambio neurológico. |
| Duración | Suelen ser cortos, de 2 a 7 días. | Pueden ser más largos, especialmente la de los 3 meses, que puede durar varias semanas. |

En resumen: si tu bebé come feliz pero sin parar, probablemente sea un brote de crecimiento. Si cada toma se ha convertido en una pequeña batalla, seguramente estéis en medio de una crisis de lactancia.

Estrategias para sobrevivir (y prosperar) durante esta etapa

Sea cual sea la causa de vuestros despertares nocturnos, la solución es la misma: paciencia, confianza y mucho contacto.

  1. Confía en tu cuerpo y en tu bebé. No, no te estás quedando sin leche. Tu bebé no te está rechazando. Estos comportamientos son su forma instintiva de asegurar que tu producción se adapta perfectamente a sus necesidades. Es un mecanismo de supervivencia brillante.
  2. Lactancia a demanda, sin restricciones. Ofrécele el pecho siempre que lo pida, sin mirar el reloj. Cada succión es una señal para que tu cuerpo produzca más leche. Limitar las tomas solo alargará el proceso.
  3. El porteo es tu gran aliado. Usar un fular o una mochila ergonómica te permitirá tener al bebé cerca, tranquilo y con acceso fácil al pecho. Esto calma su ansiedad y te da libertad de movimiento.
  4. Cuídate mucho. Sabemos que es fácil decirlo, pero es fundamental. Pide ayuda. Delega tareas domésticas. Duerme cuando el bebé duerma (sí, es un cliché, pero funciona). Ten una botella de agua y snacks saludables siempre a mano. Tu bienestar es clave para sostener el de tu bebé.
  5. Baja las expectativas. No es el momento de tener la casa impecable ni de cumplir con una agenda social apretada. Tu única prioridad ahora mismo es atender a tu bebé y cuidarte tú. El resto puede esperar.
  6. Busca tu tribu. Hablar con otras madres que estén pasando o hayan pasado por lo mismo es increíblemente reconfortante. Busca grupos de apoyo a la lactancia en tu zona o en línea. Sentirte comprendida marca la diferencia.

Recuerda, esta fase, por intensa que sea, es temporal. Es una inversión en tu lactancia y en el crecimiento saludable de tu hijo. Es un testimonio del vínculo increíble que estáis construyendo. No estás sola, y lo estás haciendo genial.

Preguntas y Respuestas

Q: ¿Cuánto tiempo dura una crisis de lactancia?

A: La duración varía. Las crisis más cortas, como la de las 6-7 semanas, pueden durar unos días. Sin embargo, la famosa crisis de los 3 meses puede ser más larga y extenderse durante varias semanas hasta que el bebé se adapta al nuevo patrón de producción de leche y a su mayor conciencia del entorno.

Q: ¿Debo darle un biberón de fórmula para que duerma más?

A: Aunque es tentador, suplementar con fórmula puede interferir en el proceso. Las crisis y brotes se superan gracias al aumento de la succión del bebé, que ordena a tu cuerpo producir más leche. Introducir un biberón puede reducir esta estimulación y alargar el desajuste. La recomendación general es ofrecer el pecho a demanda para que la producción se regule de forma natural.

Q: ¿Cómo sé si mi bebé está comiendo lo suficiente durante una de estas fases?

A: La mejor señal es controlar los pañales. Si tu bebé sigue mojando entre 5 y 6 pañales al día y sus deposiciones son normales, está recibiendo suficiente leche. Otros indicadores de que todo va bien son su estado de alerta cuando está despierto y un aumento de peso adecuado a lo largo del tiempo, aunque este pueda estancarse puntualmente durante la crisis.

Q: ¿Un brote de crecimiento siempre afecta al sueño del bebé?

A: Sí, casi siempre lo afecta. El aumento del hambre hace que el bebé se despierte con más frecuencia para comer, incluso si antes dormía tramos más largos. Algunos bebés también pueden dormir más profundamente entre tomas para conservar energía para el crecimiento. En cualquier caso, es normal que los patrones de sueño se vean alterados temporalmente.

Q: Mi bebé parece enfadado y se pelea con el pecho, ¿significa que ya no quiere mi leche?

A: No, en absoluto. Este comportamiento es un síntoma clásico de una crisis de lactancia, especialmente la de los 3 meses. El bebé no rechaza tu leche ni a ti; se frustra porque la producción de leche ha cambiado y ya no sale con la misma inmediatez que antes. Ten paciencia, ofrécele el pecho en un ambiente tranquilo y recuerda que es una fase temporal.

Q: ¿A qué edad son más comunes los brotes de crecimiento?

A: Los brotes de crecimiento son más frecuentes durante los primeros meses. Aunque cada bebé sigue su propio ritmo, los picos más habituales se producen en torno a los 7-10 días de vida, a las 2-3 semanas, a las 6-8 semanas, a los 3 meses, a los 6 meses y a los 9 meses.

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