«Mi hijo tiene dos años y apenas dice palabra», «La ‘profe’ me ha dicho que no se le entiende bien cuando habla», «Confunde la ‘r’ con la ‘d’… ¿es normal?». Estas preocupaciones son el pan de cada día para muchísimos padres. Y lo primero que debes saber es que sentir esa inquietud es completamente normal y demuestra que te preocupas.
La frase «cada niño es un mundo y tiene su propio ritmo» es una verdad como un templo, pero no debe convertirse en una excusa para ignorar posibles señales de alerta. A veces, un pequeño bache en el camino del lenguaje se soluciona solo, pero otras veces, la ayuda de un logopeda infantil es la clave para que todo fluya como debe.
¿Por qué es tan importante el desarrollo del lenguaje?
Hablar no es solo unir sonidos. Es la herramienta principal que tenemos para comunicarnos, expresar emociones, aprender, crear vínculos y entender el mundo que nos rodea. Un retraso del lenguaje no tratado a tiempo puede afectar a la autoestima del niño, a sus relaciones sociales e incluso a su futuro rendimiento académico.
Por eso, estar atentos y actuar sin miedo es el mejor regalo que podemos hacerles. No se trata de alarmarse, sino de ocuparse.
Señales de alerta por edades: ¿Cuándo buscar un logopeda infantil?
Para que te sea más fácil, hemos dividido las señales de alerta por franjas de edad. Ojo, no son matemáticas puras, sino guías orientativas. Si tu hijo no cumple un ítem, no entres en pánico, pero si observas varias de estas señales de forma consistente, una consulta con un logopeda infantil nunca está de más.
H3: De 12 a 18 meses
A esta edad, la comunicación no verbal sigue siendo la reina, pero el lenguaje verbal empieza a asomar la cabeza.
* No señala objetos para pedir lo que quiere o para mostrarte algo que le interesa.
* No responde a su nombre de forma consistente.
* No balbucea o emite sonidos variados («mamama», «papapa», «bababa»).
* Hacia los 18 meses, no dice ninguna palabra con significado (como «mamá», «papá» o «agua»), aunque no estén perfectamente pronunciadas.
H3: De 18 a 24 meses
¡La explosión del vocabulario! O al menos, el comienzo. Aquí es donde muchos padres empiezan a ver un gran avance.
* No utiliza al menos 15-20 palabras de forma espontánea alrededor de los 2 años.
* No es capaz de unir dos palabras para formar frases simples como «mamá agua» o «no quiero».
* No parece comprender órdenes sencillas como «dame el coche» o «coge la pelota».
* Si tienes un niño que no habla prácticamente nada a esta edad, es un motivo claro para consultar.
H3: De 2 a 3 años
En esta etapa, su lenguaje debería volverse más complejo y su capacidad para hacerse entender, mucho mayor.
* Su vocabulario no aumenta o lo hace de forma muy lenta.
* No construye frases de 3 o más palabras.
* Las personas fuera del núcleo familiar cercano no entienden casi nada de lo que dice. Es normal que tú le entiendas todo, pero si los abuelos o los amigos ponen cara de póker, es una señal.
* Muestra una gran frustración al intentar comunicarse y no conseguirlo. Un retraso del lenguaje puede generar mucho malestar.
H3: De 3 a 4 años
Ya son pequeños conversadores. Pueden contar cosas sencillas que les han pasado y su habla es mucho más clara.
* Su habla es muy difícil de entender para los desconocidos.
* No utiliza plurales o verbos de forma básica.
* Su estructura de frases es muy simple y telegráfica («nene come» en lugar de «el nene está comiendo»).
* Omite o sustituye de forma sistemática muchos sonidos.
H3: A partir de los 4-5 años
A esta edad, la mayoría de los sonidos del habla ya deberían estar adquiridos, aunque algunos como la «rr» pueden tardar un poco más.
* Problemas de fluidez, como tartamudeo o bloqueos al hablar (repetir sílabas, alargar sonidos).
* No pronuncia correctamente la mayoría de los sonidos. Si bien algunos errores son evolutivos, a esta edad el habla ya debe ser bastante clara. Puedes consultar los hitos del desarrollo en fuentes fiables como la web EnFamilia de la Asociación Española de Pediatría.
* Tiene dificultad para contar una historia sencilla o relatar lo que ha hecho en el cole.
No es solo «no hablar»: otros motivos para consultar
A veces, la preocupación no viene por un niño que no habla, sino por otros aspectos de la comunicación. Un logopeda infantil también puede ayudar si tu hijo:
- Parece no escuchar bien o no responde a sonidos. (Primero, descarta un problema de audición con el pediatra).
- Tiene una voz extraña (muy ronca, nasal o con un tono inadecuado).
- Presenta dificultades para masticar o tragar ciertos alimentos.
- Ha dejado de usar palabras que antes decía (regresión del lenguaje).
El primer paso es el más importante: la tranquilidad
Si después de leer esto sientes que varias alarmas han saltado, respira hondo. El siguiente paso no es preocuparse, sino ocuparse. Contactar con un logopeda infantil cualificado es la mejor decisión que puedes tomar.
Estos profesionales, como los adscritos al Colegio Profesional de Logopedas (AELFA-IF), no solo evaluarán a tu hijo de una forma lúdica y cercana, sino que te darán pautas claras y, si es necesario, comenzarán una intervención adaptada. Recuerda, la intervención temprana es clave para solucionar cualquier retraso del lenguaje y evitar que se convierta en un problema mayor.
Confía en tu instinto. Nadie conoce a tu hijo mejor que tú. Pedir una segunda opinión profesional no es un signo de fracaso, sino de amor y compromiso con su bienestar.
Preguntas Frecuentes
Q: Todo el mundo me dice que 'cada niño tiene su ritmo'. ¿No es mejor esperar a ver si se soluciona solo?
A: Aunque cada niño tiene un desarrollo único, la intervención temprana es clave. Una consulta a tiempo con un logopeda puede resolver dudas, ofrecer pautas para estimular el lenguaje en casa y, si es necesario, iniciar una terapia que evite que un pequeño retraso se convierta en un problema mayor. Ocuparse pronto es siempre la mejor opción.
Q: Mi hijo de 3 años dice 'pedo' en lugar de 'perro'. ¿Es normal o debo buscar ayuda?
A: Sí, es completamente normal en esa etapa del desarrollo. El sonido 'rr' es uno de los más difíciles de articular y suele adquirirse más tarde, sobre los 5 o 6 años. Si el resto de su lenguaje es adecuado para su edad, este tipo de sustitución se considera evolutiva y no es motivo de preocupación.
Q: ¿Qué pasará en la primera visita al logopeda? ¿Será una experiencia estresante para mi hijo?
A: En absoluto. La evaluación inicial se realiza siempre a través del juego, en un entorno cercano y lúdico. El objetivo es que el niño se sienta cómodo para poder observar sus habilidades comunicativas de forma natural. La sesión también sirve para que los padres puedan resolver todas sus dudas y recibir orientación profesional.