Guía de la Crisis de Lactancia: Qué es, Cuándo Ocurre y Cómo Superarla

Guía de la Crisis de Lactancia: Qué es, Cuándo Ocurre y Cómo Superarla

Estás en el sofá, con tu bebé plácidamente enganchado al pecho. Todo parece ir sobre ruedas. Vuestra lactancia se ha establecido, os entendéis con solo miraros y sientes que esto es justo lo que habías imaginado. Pero, de un día para otro, el paraíso se convierte en un campo de batalla. Tu bebé llora, se retuerce, tira del pezón, parece que tiene hambre constantemente o, peor aún, que rechaza el pecho que hasta ayer era su lugar favorito en el mundo.

Tranquila, respira hondo. No has hecho nada mal, no te has quedado «sin leche» y tu bebé no te ha cogido manía. Lo más probable es que estéis atravesando vuestra primera crisis de lactancia. Y aunque la palabra «crisis» suene alarmante, te prometemos que es algo completamente normal, temporal y, sobre todo, superable.

¿Qué es exactamente una crisis de lactancia?

Las crisis de lactancia, también conocidas como brotes o escalones de crecimiento, son periodos en los que el bebé parece estar insatisfecho con el pecho. Este comportamiento no se debe a un problema con tu producción de leche, sino todo lo contrario: es la forma que tiene tu bebé de ajustar tu producción a sus nuevas necesidades.

Imagina que tu cuerpo es una fábrica de leche que funciona a la perfección según la demanda. Cuando el bebé necesita más alimento porque está dando un estirón, su instinto le dice que tiene que «hacer más pedidos» para que la fábrica aumente la producción. ¿Cómo lo hace? Pidiendo teta sin parar, mostrándose inquieto y frustrado. Es su manera de comunicarse y asegurarse el suministro para su siguiente etapa de crecimiento.

Las crisis de lactancia más comunes: ¡Apunta las fechas!

Aunque cada bebé es un mundo, la mayoría de las crisis de lactancia suelen coincidir con ciertos momentos clave de su desarrollo. Conocerlas te ayudará a anticiparte y a entender qué está pasando.

La primera crisis: 15-20 días de vida

Justo cuando pensabas que ya lo tenías todo controlado, llega el primer bache.

  • ¿Qué notarás? Tu bebé quiere mamar a todas horas, literalmente. Las tomas se vuelven caóticas y parece que nunca está saciado. Llora si le quitas del pecho.
  • ¿Por qué ocurre? Es el primer gran estirón. Necesita más cantidad de leche y la única forma de conseguirla es estimulando el pecho constantemente.
  • ¿Cuánto dura? Suele ser corta, de 2 a 3 días. El tiempo que tu cuerpo tarda en recibir el mensaje y aumentar la producción.

La famosa crisis de lactancia 6 semanas (o mes y medio)

Esta es una de las crisis que más dudas genera. A diferencia de la primera, el comportamiento del bebé puede ser más confuso.

  • ¿Qué notarás? El bebé se muestra nervioso en el pecho. Mama un poco, se estira hacia atrás, llora, se vuelve a enganchar, tira del pezón… Puede que incluso arquee la espalda y se pelee contigo.
  • ¿Por qué ocurre? Aquí hay varias teorías. Una de ellas es que sobre esta edad, el sabor de la leche puede cambiar ligeramente, volviéndose un poco más salada de forma temporal. Al bebé, que esperaba su sabor dulce de siempre, este cambio le desconcierta. Otra razón es que simplemente está perfeccionando su técnica y se frustra.
  • ¿Cuánto dura? Puede alargarse un poco más, hasta una semana. La clave, como siempre, es la paciencia.

La crisis de los 3 meses: La más desconcertante

Esta es, sin duda, la crisis de lactancia que más lactancias pone en jaque, porque sus síntomas parecen indicar un rechazo total.

  • ¿Qué notarás? Tu bebé hace tomas muy cortas, de apenas 3-5 minutos. Se distrae con cualquier cosa (una mosca, una luz, un ruido). Llora si intentas que siga comiendo y solo parece aceptar el pecho cuando está medio dormido. Además, es posible que tú ya no notes los pechos tan llenos o el «subidón» de leche, lo que te hace dudar de tu producción.
  • ¿Por qué ocurre? Ocurren varias cosas a la vez. Primero, tu producción de leche ya es súper eficiente y se ha regulado. Ya no almacenas leche, sino que la produces al momento. Segundo, el bebé también se ha vuelto un experto succionador y es capaz de sacar toda la leche que necesita en pocos minutos. Y tercero, su visión ha mejorado muchísimo y el mundo es un lugar fascinante que no quiere perderse por estar comiendo.
  • ¿Cuánto dura? Es la más larga y puede durar hasta un mes. Es un verdadero test de confianza en tu cuerpo y en tu bebé. Como explican desde la Asociación Española de Pediatría (AEPED), es fundamental no caer en la tentación de suplementar con biberones, ya que esto podría interferir en el delicado equilibrio de la oferta y la demanda.

Existen otras crisis más adelante (alrededor de los 4, 8, 12 y 24 meses), a menudo ligadas a la introducción de la alimentación complementaria, el desarrollo motor o hitos emocionales.

Cómo superar una crisis de lactancia sin perder la calma

Ahora que sabes lo que es y por qué ocurre, vamos a lo importante: ¿qué puedes hacer para sobrellevarla?

Confía en tu cuerpo y en tu bebé

Es el mantra que debes repetirte. Tu cuerpo es sabio y sabe cuánta leche fabricar. Tu bebé es listo y sabe cómo pedirla. No te has quedado sin leche. La sensación de pechos blandos a partir de los 3 meses es una buena señal, significa que tu cuerpo se ha regulado. Fíjate en otras señales de que todo va bien: ¿moja pañales? ¿va ganando peso (aunque sea a un ritmo diferente)? Si la respuesta es sí, vais por buen camino.

Paciencia y libre demanda son tus mejores aliadas

Olvida el reloj. Durante una crisis de lactancia, la clave es ofrecer el pecho a demanda, sin horarios y sin límites. Si el bebé pide, le ofreces. Si se pelea con un pecho, le ofreces el otro. Si solo quiere estar enganchado sin comer, también está bien (se llama succión no nutritiva y también estimula). Busca un lugar cómodo, prepara agua, algo para picar, el móvil o un buen libro y dedícate a ello.

Evita los «falsos amigos»: Biberones y chupetes

En un momento de desesperación, es muy tentador pensar en ofrecer un biberón de ayuda o calmarle con el chupete. Sin embargo, durante una crisis, esto puede ser contraproducente. Si el bebé se sacia con una ayuda de fórmula o calma su ansiedad con el chupete, no estimulará el pecho lo suficiente y tu cuerpo no recibirá la señal de que tiene que producir más. El resultado puede ser un círculo vicioso que sí ponga en riesgo la lactancia. Si tienes dudas sobre si tu bebé está comiendo lo suficiente, la mejor opción es consultar con tu matrona o pediatra.

Busca tu tribu y pide ayuda profesional

No estás sola en esto. Habla con tu pareja, con tus amigas que han sido madres, busca grupos de apoyo a la lactancia en tu zona o online. Compartir la experiencia es increíblemente sanador. Y si las dudas te superan, no dudes en contactar con una asesora de lactancia certificada (IBCLC). Son profesionales expertas que pueden evaluar una toma, darte información contrastada y, sobre todo, la confianza que necesitas. Organizaciones como Alba Lactancia Materna ofrecen recursos y grupos de apoyo muy valiosos.

Superar una crisis de lactancia es, en gran medida, un acto de fe. Un ejercicio de confianza ciega en la naturaleza, en tu bebé y en ti misma. Recuerda que cada toma difícil, cada noche en vela y cada momento de frustración es una inversión en vuestro vínculo y en su salud. Es solo una fase, un bache en el camino. Y cuando pase, que pasará, vuestra lactancia saldrá reforzada. ¡Mucho ánimo

Preguntas Frecuentes

Q: Mi bebé tiene 3 meses y de repente solo mama 5 minutos. ¿Significa que se queda con hambre o que yo no tengo suficiente leche?

A: No, no significa que se quede con hambre. A esta edad, tanto tu producción como la succión de tu bebé son muy eficientes. Él es capaz de obtener toda la leche que necesita en muy poco tiempo. Además, es normal que ya no sientas los pechos tan llenos, pues tu cuerpo ha aprendido a fabricar la leche justo en el momento de la toma, en lugar de almacenarla. Es una señal de que vuestra lactancia está perfectamente regulada.

Q: Mi bebé parece enfadado y se pelea con el pecho constantemente, sobre todo por las tardes. ¿Es normal o está rechazando mi leche?

A: Es un comportamiento completamente normal y característico de la crisis del mes y medio o las seis semanas. El bebé se muestra inquieto, tira del pezón y parece luchar para pedirle a tu cuerpo que produzca más leche y se ajuste a su ritmo de crecimiento. No es un rechazo hacia ti ni hacia tu leche; es su manera instintiva de asegurar su alimento. Ofrécele el pecho con calma y mucha paciencia, en unos días se regulará.

Q: ¿Cómo puedo estar segura de que es una crisis y no un problema real de falta de leche?

A: La señal más fiable es observar sus pañales y su estado general. Si tu bebé sigue mojando entre 5 y 6 pañales al día, sus deposiciones son normales y le ves activo y con buen aspecto, puedes tener la certeza de que está recibiendo el alimento que necesita. Las crisis son fases de comportamiento, pero la ingesta de leche se mantiene adecuada.

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