La etapa de iniciación a la lectura es un mundo de descubrimientos para los peques y un motivo de orgullo para los padres. Vemos cómo empiezan a descifrar letras, a unir sílabas y, de repente, a leer sus primeras palabras. Es un momento mágico.
Pero, ¿qué pasa cuando ves que tu hijo se frustra, se salta líneas, confunde letras o simplemente no avanza? La primera alarma que suele saltar en nuestra cabeza es: «¿tendrá dislexia?». Inmediatamente después, surge otra duda: «¿y si simplemente no ve bien?».
Es una preocupación muy común, y lo cierto es que es fácil confundir ambas cosas. Si te encuentras en este mar de dudas, respira hondo. Estás en el lugar adecuado. Vamos a desgranar las pistas que te ayudarán a entender qué puede estar pasando.
¿Por Qué se Confunden los Problemas de Visión y la Dislexia?
La razón principal es que algunos síntomas se solapan. Un niño que se esfuerza mucho por leer, ya sea porque las letras «bailan» (dislexia) o porque las ve borrosas (visión), puede acabar mostrando señales muy parecidas:
- Lectura lenta y con esfuerzo.
- Se salta palabras o líneas enteras.
- Se queja de dolores de cabeza después de leer o hacer los deberes.
- Muestra frustración y evita las tareas de lectura.
Ante este panorama, es normal sentirse perdido. Pero si observamos con más atención, encontraremos diferencias clave.
Las Pistas que Apuntan a un Problema de Visión
Cuando el origen es un problema ocular, las señales suelen ser más físicas y evidentes en cualquier tarea que requiera enfocar la vista, no solo al leer. La miopía en niños es uno de los defectos refractivos más comunes y puede interferir directamente en el rendimiento escolar.
Señales de alerta para la miopía en niños (y otros problemas visuales)
- Entrecierra los ojos para ver de lejos: Es el gesto clásico. Lo hará para ver la pizarra, la tele o para reconocerte desde el otro lado del parque.
- Se acerca demasiado a los libros o a las pantallas: Si necesita tener el texto pegado a la cara, es una señal de alarma clarísima.
- Se frota los ojos con frecuencia o parpadea mucho: Es un signo de fatiga visual. Sus ojos están haciendo un sobreesfuerzo para enfocar.
- Se queja de que «le pican» o «le duelen» los ojos.
- Tiene una sensibilidad excesiva a la luz.
- Ladea la cabeza para intentar ver mejor con un ojo.
Si identificas varias de estas señales, es muy probable que el problema de tu hijo con la lectura esté relacionado con su vista. La miopía en niños tiene fácil solución con unas gafas adecuadas.
Explorando la Dislexia en Niños
La dislexia, por otro lado, no es un problema de visión. Los niños con dislexia ven las letras perfectamente, el problema reside en cómo su cerebro procesa esa información. Es una dificultad de aprendizaje de origen neurobiológico que afecta fundamentalmente al lenguaje escrito.
Es crucial entender que la dislexia no tiene nada que ver con la inteligencia. De hecho, muchos niños con dislexia son extremadamente brillantes y creativos.
Señales específicas de la dislexia en niños
Aquí las pistas son más sutiles y están directamente relacionadas con el lenguaje.
- Confusión de letras que suenan parecido (f/z, t/d) o que tienen una forma similar (b/d, p/q).
- Inversión de letras o sílabas al leer o escribir (lee «sol» en vez de «los», o escribe «parde» por «padre»).
- Dificultad para aprenderse el abecedario, los días de la semana o las tablas de multiplicar.
- Le cuesta mucho dividir las palabras en sílabas o identificar rimas. Esto se conoce como baja conciencia fonológica.
- Una ortografía muy deficiente, incluso en palabras de uso común.
- Evita a toda costa leer en voz alta por vergüenza o ansiedad.
Si las dificultades de tu hijo encajan más con esta lista y su iniciación a la lectura se está convirtiendo en una batalla, podría tratarse de dislexia en niños. Para una información más detallada, organizaciones como la Federación Española de Dislexia (FEDIS) ofrecen recursos muy valiosos.
El Plan de Acción: ¿Qué Hago Ahora?
Vale, ya tienes más información, pero la duda puede seguir ahí. El camino a seguir es bastante lógico y se basa en ir descartando.
Paso 1: La visita al oftalmólogo es prioritaria
Este es el primer paso, siempre. Antes de explorar cualquier dificultad de aprendizaje, hay que descartar un problema físico. Pide cita con un oftalmólogo u optometrista pediátrico. Una revisión visual completa confirmará si la agudeza visual de tu hijo es correcta o si necesita gafas por miopía en niños, hipermetropía o astigmatismo. Es una prueba sencilla que te sacará de dudas rápidamente.
Paso 2: Si la vista está perfecta, busca apoyo especializado
Si el oftalmólogo te confirma que los ojos de tu hijo están sanos, es el momento de mirar hacia la dislexia en niños. Habla con su tutor o profesor en el colegio. Ellos pasan muchas horas observando su proceso de iniciación a la lectura y pueden darte una perspectiva muy valiosa.
Después, consulta con el pediatra para que te oriente y, probablemente, te derive a un especialista como un psicopedagogo, un neuropsicólogo o un logopeda. Ellos son los profesionales capacitados para realizar una evaluación completa y confirmar o descartar un diagnóstico de dislexia.
En definitiva, entender si tu hijo se enfrenta a la dislexia en niños o a un reto visual como la miopía en niños es el primer gran paso para poder ayudarle. No te agobies. Ambos escenarios tienen solución y, con el apoyo adecuado, tu hijo podrá superar cualquier obstáculo y disfrutar del maravilloso mundo de la lectura. Lo más importante es que sienta tu apoyo incondicional en el camino.
Preguntas Frecuentes
Q: Mi hijo tiene síntomas de ambas listas, ¿qué debo hacer primero?
A: El primer paso, y el más importante, es siempre descartar un problema físico. Acude a un oftalmólogo u optometrista pediátrico para una revisión completa. Si su vista está perfecta, el siguiente paso es hablar con el colegio y buscar una evaluación por parte de un especialista como un psicopedagogo, logopeda o neuropsicólogo.
Q: ¿Es posible que un niño tenga un problema de visión y dislexia al mismo tiempo?
A: Sí, es totalmente posible. Un niño puede tener miopía y, además, tener dislexia. Por eso es fundamental corregir primero cualquier problema visual. Si tras usar gafas las dificultades específicas del lenguaje escrito persisten, es cuando se debe investigar la posibilidad de una dislexia.
Q: Si la dislexia no es un problema de visión, ¿por qué mi hijo confunde o invierte letras como la ‘b’ y la ‘d’?
A: Esta confusión no se debe a que ‘vea’ las letras al revés. Ocurre porque su cerebro tiene dificultades para procesar y automatizar la asociación entre un sonido (fonema) y su símbolo gráfico (grafema). La inversión es un reflejo de una dificultad neurobiológica en el procesamiento del lenguaje, no un problema de percepción visual.
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