Convulsiones Febriles en Bebés: Guía para Padres | Cómo Actuar

Convulsiones Febriles en Bebés: Guía para Padres | Cómo Actuar

Convulsiones Febriles en Bebés: Una Guía para Padres sobre Cómo Actuar

El corazón se te para. Tu bebé, que hace un momento solo tenía un poco de fiebre, de repente empieza a tener espasmos, su cuerpo se pone rígido y su mirada se pierde. Es una de las experiencias más angustiantes que unos padres pueden vivir.

Pero respira hondo. Aunque la escena es alarmante, las convulsiones febriles no suelen ser tan peligrosas como parecen. Lo más importante es mantener la calma y saber cómo actuar. Esta guía está pensada para darte la tranquilidad y la información que necesitas en un momento tan delicado.

¿Qué son exactamente las convulsiones febriles?

Vamos a lo básico. Una convulsión febril es una crisis convulsiva que ocurre en niños pequeños, generalmente entre los 6 meses y los 5 años, provocada por un aumento brusco de la temperatura corporal. En otras palabras, es una reacción del cerebro en desarrollo a la fiebre en bebés y niños.

Lo primero que debes saber es que no son un tipo de epilepsia. Aunque la apariencia es similar a una crisis epiléptica, la causa es la fiebre. La gran mayoría de los niños que las sufren crecen sin ninguna secuela neurológica.

¿Cómo identifico una convulsión febril?

Durante una de estas crisis, tu bebé podría:

  • Perder el conocimiento.
  • Tener espasmos o sacudidas en brazos y piernas.
  • Poner el cuerpo rígido.
  • Poner los ojos en blanco.
  • Dejar de respirar por unos segundos.

Suelen durar desde unos pocos segundos hasta un par de minutos. Aunque te parezca una eternidad, es crucial que mantengas la serenidad para poder ayudarle.

Cómo actuar: El paso a paso durante la crisis

Aquí llega el momento clave. Tu bebé está teniendo una convulsión. ¿Qué haces? Sigue estos pasos, en este orden.

1. Mantén la calma (de verdad)

Es lo más difícil y lo más importante. Tu bebé te necesita tranquilo. Recuerda: la crisis pasará y, en la mayoría de los casos, no dejará secuelas.

2. Coloca al bebé de lado y en un lugar seguro

Acuéstalo en el suelo o en una cama, lejos de objetos duros o puntiagudos. Gíralo suavemente sobre uno de sus costados. Esta postura (posición lateral de seguridad) ayuda a que la saliva o un posible vómito salgan de su boca, evitando que se atragante.

3. No le metas nada en la boca

Olvídate del mito de que se puede tragar la lengua. Es anatómicamente imposible. Nunca intentes introducir los dedos ni ningún objeto en su boca. Podrías hacerle daño o provocar una obstrucción.

4. Controla la duración de la crisis

Mira el reloj. Saber cuánto ha durado la convulsión es una información muy valiosa para el pediatra. Si es la primera vez, es normal que no pienses en ello, pero si puedes, hazlo.

5. No intentes bajar la fiebre durante la convulsión

No es el momento de ponerle paños húmedos ni de intentar darle un antitérmico. Tu única prioridad es su seguridad física hasta que la crisis termine.

¿Cuándo debo llamar a emergencias (112)?

Aunque la mayoría de las convulsiones febriles son breves y se resuelven solas, debes buscar ayuda médica urgente si:

  • La convulsión dura más de 5 minutos.
  • El bebé tiene dificultad para respirar o su piel se pone azulada.
  • Es la primera vez que le ocurre.
  • El niño parece muy enfermo después de la crisis o no se recupera con normalidad.

Siempre, tras una primera convulsión febril, debes acudir a un servicio de urgencias o consultar con tu pediatra para que valore al niño y descarte otras causas.

Y después, ¿qué?

Una vez que la convulsión ha pasado, es normal que tu bebé esté somnoliento, confundido o irritable durante un rato. Déjale descansar.

Ahora sí es el momento de controlar la fiebre en bebés. Puedes administrarle el antitérmico que te haya pautado tu pediatra (paracetamol o ibuprofeno), mantenerle con poca ropa y ofrecerle líquidos. Para medir la fiebre de forma fiable, es esencial un termómetro para bebés.

Es normal que te quedes con muchas dudas y miedos. ¿Volverá a pasar? ¿Le causará algún daño a largo plazo? La probabilidad de que se repita existe (en torno a un 30%), sobre todo si el primer episodio fue antes de los 15 meses. Sin embargo, el riesgo de que las convulsiones febriles evolucionen a epilepsia es muy bajo. Para una visión más profunda y técnica, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) ofrece información muy detallada y fiable para familias.

En resumen, ver a tu hijo en medio de una crisis es una experiencia que te marcará. Pero ahora tienes la herramienta más poderosa: el conocimiento. Saber cómo actuar te da el control en una situación que parece incontrolable, permitiéndote proteger a lo que más quieres de la forma más eficaz.

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